Infiltrado en el KKKlan.

Hola holita viciaditos!

Antes de nada, quiero pediros perdón por el descontrol de entradas que estamos teniendo últimamente pero como sabéis solo estamos tres y con muchísimas otras cosas que hacer así que, no nos da la vida!

Pero bueno, ahora sí que tendremos unas semanitas más a tope y esperamos que disfrutéis de todas y cada una de nuestras entradas.

 

Hoy es día de cine y vamos a jugarnos la piel en esta reseña.

A principios de los años setenta, una época de gran agitación social con la encarnizada lucha por los derechos civiles como telón de fondo, Ron Stallworth se convierte en el primer agente negro del departamento de policía de Colorado Springs. Pero es recibido con escepticismo y hostilidad por los mandos y algunos de los agentes. Sin amedrentarse, decide seguir adelante y hacer algo por su comunidad llevando a cabo una misión muy peligrosa: infiltrarse en el Ku Klux Klan y exponerlo ante la ciudad.

La película llegó a España el 31 de octubre de 2018 en pleno halloween y la verdad es que lo entiendo porque da verdadero miedo lo que enseña.

Fui al cine esperando una película de risa, no os voy a mentir. Soy muy de ir al cine sin saber muy bien ni qué voy a ver ni de qué va y a veces me encuentro verdaderas maravillas.

En este caso sí, la película tiene ciertos puntos humorísticos pero no deja de ser un hecho real con una profunda crítica social detrás.

El film nos muestra la operación policial llevada a cabo por Ron Stallworth (John David Washington) que consigue infiltrarse en el oscuro mundo del Ku Klux Klan gracias a la ayuda de su compañero Spike Lee (Adam Driver). A través de una enrevesada estratagema consigue hacerse un hueco en «la corporación» y desde dentro acabar con ella.

Pues bien, no quiero destriparos más aunque sea una historia real que es posible que conozcáis así que voy a ir directa al análisis.

Para empezar creo conveniente explicar un poquito qué es el KKKlan. No era más que una organización que aboga por la supremacía de la raza blanca sobre las otras y que a menudo recurría a la violencia para dejar claro que quien no cumplía el requisito de la raza no era más que un ser inferior.

Ya centrándonos en la película, voy a empezar por lo más ligero de esta y es el humor. Los toques de humor que le han dado son verdaderamente geniales. No son para hacernos reír durante 2 minutos pero consiguen disipar un poco la nube de seriedad y dureza que recorre todo el largometraje. Son pocos pero graciosos y en consonancia con la época por lo que creo que es uno de los aciertos de la película, pero no el único.

Nada más empezar ya vemos por dónde van a ir los tiros. Una sociedad totalmente racista escudada en el miedo para justificar esos comportamientos y un muchacho negro que quiere cambiar las cosas.

Esta reseña no va a ser una reseña más. Si bien hay poco que decir de la película en sí, hay mucho que señalar de todo lo que representa. Debo partir del dato de que al finalizar la película se enseñan una serie de imágenes, por desgracia actuales, y todo el cine se quedó en silencio. Paralizado por los aspectos tan terribles que muestra. Algo que nos parece antiquísimo como es el KKKlan no podemos olvidar que está a la orden del día. Que el racismo es real y que es una lacra social de la que debemos deshacernos.

La trama de la película es realmente interesante. Todo lo que muestra del funcionamiento del KKKlan, la manera en que consiguen entrar y ganarse la confianza del jefe es impresionante. Los comentarios envueltos en odio que tienen que decir en según que circunstancias de verdad que ponen los pelos de punta. Lo importante es que nos enseña los dos bandos. Por un lado la sociedad negra en lucha por conseguir sus derechos, partiendo de la idea de que si no luchan ellos nadie lo hará y por otro el complejo KKKlan que ya sabemos qué opina de los derechos de quien no es como ellos.

Además, algo que me gustó es la tensión que se respira en algunos momentos pues es un agente infiltrado en una sociedad peligrosa que, si descubren quien es, no dudarán en matarle. Esa tensión se mantiene desde la mitad de la película y consigue mantenernos alerta igual que podemos suponer que lo están ellos.

Para no daros mucho la tabarra, voy a ir acabando con lo que menos me gustó.

Realmente no es un problema de la película sino del hecho histórico y es que, a pesar de todo, tiene un final nefasto que deja claro en qué situación nos encontramos y qué es lo que primaba entonces y, por desgracia, también ahora. Espero que quien la haya visto entienda a qué me estoy refiriendo y no me malinterprete pues cerca del final pasa algo maravilloso que no nombraré para no spoilear a nadie pero obviamente no me refiero a eso.

Sin más, preguntar: ¿Estás tu friendo ese pollo tan sabroso?

 

La nota que le doy es de 8 sobre 10 por lo que sí, recomiendo ir a verla al cine y disfrutar de ella desde una perspectiva más seria.

-Seina-